Bienvenidos a mi vida. Cécile Bergec.

Nací hace casi cuatro décadas en Baune, una pequeña ciudad impregnada de olores y vapores capital del vino de Borgoña. Tras unos dolores infinitos, por fin mi madre pudo expulsarme de sus entrañas y sentir ese alivio que llega como agua de mayo… como las pequeñas gotas de rocío al sediento. Me bautizaron apenas nací porque mi fragilidad era tal, que nadie apostaba que sobreviviera más de un suspiro y cuarto en este mundo lleno de gérmenes. Las prisas hicieron que el párroco tomara una botella vacía de Domaine de la Romanée Conti de la añada de 1947 que sin apenas enjuague, conservaba todo su aroma balsámico intacto.LEER MÁS