#WineandSex Tour

Wine&Sex Tour.

Acabo de vivir una semana muy intensa… un maratón de cuatro ciudades alemanas para conocer y hablar con un gran número de personas sobre Wine&Sex.

Es extraño, pero al pronunciar estas palabras mágicas, una sonrisa siempre se escapa de mi interlocutor y su mirada dragoblanco
se torna algo descarada y, como si un escáner fuera, me recorre desde los ojos hasta los tobillos… y sé que no sólo son sus ojos los que disfrutan ese momento de mi.

Lejos de incomodarme, me satisface enormemente. Cuando comienza esa mirada a bajar, mi cuerpo juega con su rutina sensual de cortejo sublime. Levanto suavemente la cabeza y tomo el aire suficiente para que mi pecho aumente voluptuosamente, deslizo mi mano, la dejo reposar sobre la cadera y abro ligeramente mis piernas… unas piernas coronadas siempre por un buen par de zapatos de tacones infinitos.

No es que me excite, es que adoro saberme observada… y deseada…

Una lástima no haber contado con algo más de tiempo, ya que quería hacer una visita de esas “sin prisas, pero con todas las pausas necesarias” a las sábanas de mi querido Hans en Hamburgo.

Maravillosas y productivas noches las vividas la pasada semana.

Me he traído besos de labios carnosos, sonrisas de tímidas bocas y miradas algo perversas tras un cristal con el color y aroma de un Monje Dragoblanco.

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