LA VUELTA AL MUNDO EN #80DÍAS
Cada mujer es un mundo y cada mundo está lleno de experiencias gratas que contar. El mío se compone de días y noches en donde busco, de forma constante, el placer que alumbrará mis horas. Conocerme a la perfección y abandonar las estúpidas normas impuestas socialmente, me convierten en una mujer libre que ama y se deja amar por quien considera oportuno.
Y así llego hasta ti, con la mente limpia de estereotipos y sin juzgar en absoluto tus actos, pues quiero tenerte de forma plena y sincera, sin importar tabúes y estorbos que impidan que me entregue y te entregues al placer que nos atañe.
Quizás podríamos empezar besándonos. Rozar con la tranquilidad del principio, tu lengua húmeda con mis labios carnosos, o quizás, simplemente, observando cómo te quitas la ropa lentamente para mí. Yo podría hacer lo mismo al son de la música que se te antoje. Mover suavemente mis caderas mientras desprendo de mi cuerpo cada hoja de cebolla que me cubre con esmero hasta dejar el encaje ligero de mi piel absoluta y morena.
Si lo prefieres, podemos jugar a sortear cualquier imprevisto, huir de los malos sobre un maravilloso corcel de gran alzada y bella figura mientras galopo con ahínco sobre tus caderas. O mejor aún, salvarme de la hoguera de mi destino… yo te sabré recompensar y dejaré para ti, todo lo bueno que mi sexo puede guardar.
Si tienes prisa por ganar la apuesta, no lo dudes y corre. Con fuerza embiste mi cuerpo para poder llegar a tiempo. Los minutos corren y ambos sabemos que el tiempo, a veces juega en nuestra contra. Te lo pondré fácil, descuida porque haré que llegues a tiempo.
Y así transcurren nuestros encuentros, saboreando las mieles y placeres de cada cultura, de cada estación, proponiendo razones para seguir vivos y con nuestro cuerpo caliente y en plena ebullición, porque cada sorbo de vino cuenta y nuestras gargantas disfrutan de cada gota de placer.
Así que te propongo un viaje alrededor del mundo, haciendo las paradas necesarias para descansar y coger resuello, aprovisionarnos de risas y miradas descaradas para proseguir el viaje lleno de aventuras hasta llegar al Club del Vino de Bodegas Monje.
Un espacio para disfrutar de la buena gastronomía, de los jugos de la tierra, del listán blanco y negro, de la lava volcánica, de los encuentros a oscuras entre los túneles subterráneos, con el dolor de mi fusta, de la piel que se desnuda… quien sabe, quizás esta noche, encuentres aquello que creías perdido, dormido, olvidado.
Te espero el 13 de abril en el Club del Vino de Bodegas Monje, para disfrutar de la Vuelta al Mundo en 80 días.